Más del 85% de los casos de ictus que se diagnostican en nuestro país, se hace en personas de la tercera edad, es decir, adultos con más de 65 años. Algunos de los factores desencadenantes más comunes del ictus en personas mayores son los malos hábitos de vida, una alimentación deficiente o la falta de sueño. No obstante, existen muchas formas de tratar sus secuelas.
La mayoría de la gente normalmente asocia los derrames cerebrales con la vejez, y en un porcentaje muy alto es así, pero no exclusivamente. Lo cierto es que los ictus pueden producirse en cualquier momento de nuestra vida y a cualquier edad. De hecho, según los datos de los Institutos Nacionales de la Salud de varios países, sólo en Estados Unidos se producen unos 700.000 casos de ictus al año. De ellos, unos 610.000 son primeros ataques y los 90.000 restantes son recurrentes.
Como hemos dicho, los ictus se producen en todas las franjas de edad adulta, sin embargo el 85% de los afectados por un ictus son siempre personas mayores de 65 años de edad.
Señales de advertencia
Hay una serie de señales de advertencia que pueden ayudarnos a identificar si alguien está sufriendo un ictus. Para poder reaccionar lo antes posible y tomar las medidas oportunas, entre la que más debería frecuente es llamar a los servicios de urgencia hospitalarios de nuestra localidad.
Estas señales de advertencia podrías resumirse en las siguientes:
- Adormecimiento o debilidad repentinos en la cara, el brazo o la pierna (especialmente en un lado del cuerpo).
- Confusión repentina, problemas para hablar o dificultad para entender el habla.
- Un repentino dolor de cabeza intenso y que aparece sin previo aviso.
- Problemas repentinos de visión en uno o ambos ojos.
- Mareos repentinos, pérdida de equilibrio o de coordinación.
- Sensación de vértigo, inestabilidad, desequilibrio o caídas bruscas injustificadas.
Si experimenta alguno de estos síntomas, es importante llamar a los servicios de urgencia inmediatamente o acudir a un hospital lo antes posible. El tiempo es un factor fundamental cuando se trata del tratamiento del ictus, ya que el cuanto antes se inicie el tratamiento, mayores serán las posibilidades de obtener un buen resultado.
Tratamiento de los ictus
En cuanto a la forma de tratar los ictus, hay muchas formas diferentes de tratar los accidentes cerebrovasculares, dependiendo normalmente de su gravedad.
Algunas personas pueden necesitar una intervención quirúrgica para eliminar el coágulo que bloquea el flujo sanguíneo al cerebro. Otras pueden requerir terapia de rehabilitación para ayudarles a reaprender habilidades básicas como caminar y hablar. También hay medicamentos disponibles que pueden ayudar a mejorar los resultados.
Si usted o alguien que conoce corre el riesgo de sufrir un ictus, es importante que conozca los síntomas y que busque ayuda inmediatamente si se producen. Con un tratamiento precoz, muchas personas pueden recuperarse de los derrames cerebrales y llevar una vida larga y saludable.
El ictus es una de las principales causas de discapacidad y puede ser la primera señal de alarma para algunas personas sobre la necesidad de cambiar sus hábitos de vida. Los derrames cerebrales son también una de las tres causas más comunes de muerte en el mundo, después de las enfermedades cardíacas y el cáncer.