En los últimos tiempos nos hemos visto cada vez más inundados con productos de cosmética que publicitaban su contenido en «células madre vegetales» como la nueva panacea anti-edad. En realidad una nueva estafa al consumidor.
¿Por qué se dan estas estafas?
La ausencia de un organismo regulador del lenguaje y publicidad que se utiliza en la industria cosmética, a diferencia de lo que ocurre por ejemplo en la alimentaria, se muestra cada vez más necesaria para una adecuada protección del consumidor y a la propia industria que trabaja con criterios éticos.
Precisamente debido a esto, la industria de cosmética natural ante la posibilidad de que cualquier productor pudiera publicitar sus productos con términos como natural o ecológico sin necesidad de demostrar nada creó hace ya bastantes años los certificados ecológicos. Éstos, se han mostrado como una manera muy eficiente de informar al consumidor de la calidad garantizada de los productos que los exhiben.
En este contexto, nos encontramos ahora con que el mercado de la cosmética se encuentra inundado con el termino “con células madres vegetales” como el elixir de la eterna juventud, creando una gran confusión en el consumidor que finalmente no sabe qué está comprando y si se ajusta a sus necesidades reales. Hasta tal punto ha llegado la confusión que la propia Agencia Española del Medicamento tuvo que publicar una nota aclaratoria informando de lo siguiente:
Los tratamientos que se basan en células madre de origen vegetal no tienen ninguna relación con las células madre de origen humano y no se ha demostrado que posean ninguna utilidad en el tratamiento de enfermedades. No obstante, si así se postulara, sus efectos deberían ser probados en ensayos clínicos adecuados y les resultaría de aplicación todo lo expresado en los párrafos anteriores.
La utilización de este tipo de células en cosméticos u otro tipo de productos para tratamientos estéticos no está relacionada con la prevención, tratamiento o diagnóstico de las enfermedades humanas. La utilización de la misma terminología busca, en muchas ocasiones, aprovechar el aspecto novedoso de las terapias con células madre para trasladarlo a otros ámbitos ajenos al contexto médico.
¿Para qué sirven las células madre vegetales o animales?
Las células madres, tanto vegetales como animales, son un tipo determinado de células cuya función principal es la de formar el resto de tipos celulares. Cuando las células madre se dividen, pueden hacerlo dando más células madres u originando células con otras funciones como la creación de melanina o colágeno en la piel o convirtiéndose en células cardíacas en el corazón.
De esta somera definición, lo primero que podemos extraer es que las células madres están VIVAS, por lo que nos deberían de explicar los productores de estos nuevos milagros antiedad si en sus envases hay células madres vivas y si las hay, como consiguen mantenerlas con vida durante todo el tiempo de vida útil del producto. Además, si esto fuese así, deberían de mostrar e informar de los ensayos clínicos que se han llevado a cabo tal y como indica la Agencia Española del Medicamento.
En todo caso, me temo que nos encontramos ante un nuevo caso de estafa informativa y de engaño al consumidor ya que no hay evidencia ninguna de que estos productos tengan un efecto beneficioso para la piel y mucho menos que consigan una reducción de arrugas u otros signos de la edad en la piel.
Por todo ello, desde Naturaonline, seguimos confiando en la cosmética natural certificada como una garantía de calidad para el consumidos y nos felicitamos de que la industria de la cosmética natural no se haya dejado arrastrar por esta nueva marea desinformadora de las células madres vegetales.
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